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Manifiesto por la humanización del nacimiento en Venezuela

Manifiesto por la humanización del nacimiento en Venezuela
El Manifiesto a continuación fue redactado y publicado por primera vez en Mayo, 2012.
El presente documento tiene como fin el hacer explícita una postura, una filosofía, una manera de pensar y entender el mundo (un paradigma) para definir las bases y conceptos que rodean el término “Humanización del Nacimiento” que sirvan para dar sostén a la creación de la Red Venezolana por la Humanización del Nacimiento: REVEHUNA.
Nacimiento se refiere al hecho de gestar y parir un bebé, ya sea por parto vaginal o por cesárea. Abarca como concepto ampliado los períodos antes de la concepción, la gestación, el nacimiento mismo, el postparto y la crianza inicial. Esta interpretación permite una continuidad del hilo de la vida, ininterrumpido, ofreciendo la oportunidad de reconocer un espacio de tiempo trascendental en la vida de los seres humanos tanto en su dimensión única y personal como en la social y universal. Esos tiempos se reconocen como momentos claves del desarrollo donde todo lo que suceda generará una huella y un efecto perdurable en la vida, de todos los involucrados, especialmente para el nuevo ser que se concibe, gesta, nace y cría.
Humanización se refiere a la interpretación integral y amplia del ser como un organismo biológico, psicológico, social, cultural y espiritual opuesto a la versión mecanicista propia del pensamiento cartesiano. Esta forma de pensar fragmenta al individuo y en la cual se fundamenta el pensamiento científico actual, es visible tanto en la medicina como en casi cualquier aspecto de las ciencias y de nuestra cultura occidental. El cambio al humanizar el nacimiento se refiere entonces a una concepción más acorde con la visión holística del ser.

La humanización del nacimiento engloba aspectos médicos, sociales, antropológicos, culturales, de feminismo y género, de política, derechos humanos y ciudadanía. Hemos de considerarlo en un contexto ambicioso que no lo encuadre exclusivamente en lograr un parto natural sino dentro de un amplio proyecto social donde el bienestar individual se entiende aparejado con el bienestar colectivo.Humanizar el nacimiento no es sólo considerar lo obvio: el acto de nacimiento como un hecho fisiológico y natural tanto como lo son respirar, comer, sudar o cualquier otro proceso que realiza nuestro cuerpo. Estos procesos fisiológicos propios de la naturaleza humana no necesitan de intervención externa, a menos que la patología o la enfermedad alteren su curso. Humanizar es entender y respetar el proceso fisiológico del nacimiento y favorecerlo, especialmente con un mínimo de intervenciones. Esta idea es un pilar conceptual para poder entender que al alejarnos de la fisiología del nacimiento se han generado consecuencias negativas en la atención de la mujer gestante, parturienta y puérpera. Es necesario corregir esto para lograr un giro positivo en la salud reproductiva humana. El uso adecuado y equilibrado de la tecnología alrededor del momento específico de nacer de un ser humano, son reconocidos como avances en nuestra evolución cuando se comprueban sus beneficios, se aplican con criterio y no perturban el parto.

Hoy en día la medicina basada en evidencias es una vía para retornar al camino que respeta la sabiduría femenina para parir. Como dice A. Tanese “Humanización del parto significa amor y ciencia dándose la mano en la construcción de relaciones sociales sólidas y respetuosas”.

En una reunión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) efectuada en Fortaleza, Brasil, en 1985, conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) se establecieron recomendaciones para la atención del parto normal. Del trabajo de los expertos, surge de estas organizaciones un documento llamado “Cuidados en el parto normal: Una guía práctica”, publicado en español en 1996, para la atención y los cuidados del parto normal el cual tiene especificados una amplia gama de prácticas o intervenciones para evitar las complicaciones. Dichas intervenciones fueron evaluadas y consideradas como útiles, inútiles, inoportunas, inapropiadas y/o innecesarias luego de que expertos de diversas regiones del mundo las analizaran bajo las evidencias científicas existentes hasta el momento. Se establecieron una serie de categorías para estas intervenciones que definen una posición consensuada mundial que podemos considerar como propias de la humanización del nacimiento, y como se señala textualmente: “basándose en la evidencia más razonada disponible, para emplearlas en la atención del parto normal”.

Adriana Tanese Nogueira lo expone con claridad cuando escribe:

“Lo que, en primer lugar, la humanización del parto proclama es la inutilidad y el daño psicofísico del seguimiento acrítico de rutinas obstétricas durante el parto (y el cuidado prenatal). Son cuestionadas las normas que, como por decreto o ley, vienen siendo aplicadas de forma generalizada e impersonal, haciendo que el hospital y los profesionales permanezcan como actores ciegos e inconscientes de un actuar sin sentido. Esta realidad seguramente denuncia la falta de competencia, de recursos y habilidades político profesionales de la administración hospitalaria en los servicios públicos y privados de salud.”

Resumiendo a Robbie Davis-Floyd podemos decir que humanizar el nacimiento tiene como valor medular el cambio del paradigma tecnocrático de la medicina y de la sociedad actual a otro humanista u holístico que considere: la integralidad del ser humano  (cuerpo – mente – emociones – espíritu y ambiente), la diversidad e inclusión de otras modalidades curativas diferentes a la alopatía y de la medicina occidental, el equilibrio en uso de la tecnología, la curación como meta y no el lucro, la aceptación de la muerte como una parte de un proceso que llamamos vida. Se incluyen también como valores: la búsqueda del equilibrio entre las necesidades del individuo y de la institución; la toma de decisiones basadas en la información compartidas entre el individuo y el proveedor de salud, considerando la responsabilidad inherente al individuo en primer lugar; y el lograr la curación enfocada en mantener la salud y el bienestar a largo plazo.

Humanizar el nacimiento engloba una implicación psicológica profunda relativa a la satisfacción y la cualidad positiva o negativa que puede tener la experiencia del  embarazo y del nacimiento en las mujeres. Este aspecto es reconocido como una parte fundamental de la salud emocional femenina, con frecuencia olvidada y despreciada por la sociedad científica actual que privilegia lo masculino y denigra lo femenino. La vulnerabilidad emocional debe implicar proteger a las mujeres en esta etapa de su vida e identificarla como una oportunidad que tienen para sanar y evolucionar emocionalmente, fortaleciéndose individual y colectivamente, aún si las experiencias de la gestación y el parto son negativas. Atender, respetar y valorar sus necesidades emocionales es parte fundamental de una atención óptima en cualquier área de la salud que se requiera. Actualmente la violencia contra las mujeres es patente en muchos actos u omisiones en el área de la salud. A pesar de existir legislación y conciencia ciudadana de las diversas formas de agresión a que son sometidas las mujeres, humanizar el nacimiento es una vía para eliminar ese fenómeno en lo que a violencia y salud reproductiva se refiere.El aspecto psicológico y emocional tiene una implicación básica en relación al desarrollo psíquico y social de los seres humanos cuando se refiere al vínculo afectivo y al desarrollo del apego en la primera infancia. Por tanto, humanizar el nacimiento es propiciar por todos los medios posibles una interrelación afectiva con el ser intrauterino y especialmente alrededor del nacimiento, de modo de incrementar las posibilidades de conexión entre madres y recién nacidos, involucrando al padre y a la familia. Esta conexión favorece al máximo la lactancia materna y la activa participación y crianza en el período postnatal y en los primeros años. Favorece el desarrollo de individuos sanos y equilibrados propios de una sociedad mejor.

SMXLL

Humanizar el nacimiento nos obliga a entenderlo como íntimamente relacionado con cuestiones de género, feminismo y de derechos humanos. Este movimiento  implica una clara posición donde se establece el equilibrio de poder entre mujeres y hombres al asumir ellas el poder que la naturaleza les da en un proceso biológicamente establecido como propio de las hembras. Como nos dice la partera mexicana Naolí Vinaver López, “Las mujeres dando a luz, si tan sólo se les da el espacio, saben qué hacer, cómo pujar. El cuerpo que hizo a este bebé sabe exactamente cómo sacarlo del cuerpo y hacerle nacer.” Es un conocimiento grabado en los genes y en el útero que no tiene relación con el “conocimiento intelectual” de la obstetricia moderna, masculina y patriarcal. Es un saber femenino que obviamente les da el poder de ser las expertas en nacimientos que contrasta con el poder cultural y social que otorga la ciencia en la sociedad tecnocrática actual a los obstetras y a la medicina en general. El embarazo y el parto son territorios femeninos por excelencia que han sido arrebatados por una sociedad androcéntrica y que la humanización del nacimiento reestablece a sus dueñas originarias, las mujeres. El desequilibrio de poder entre hombres y mujeres se ve confrontado en muchos aspectos de la vida cultural de los variados grupos humanos. La visión humanizada del parto y el nacimiento son un aspecto clave para establecer relaciones de género equilibradas, equitativas y solidarias, no sólo en el acto del nacimiento sino como ejemplo para muchas otras circunstancias donde la balanza de la relación entre los géneros debe ser ajustada.Esta idea nos lleva directamente a un aumento en la responsabilidad y el empoderamiento de las mujeres. Asumir a consciencia el embarazo y el nacimiento de sus hijos implica colocarse en posición de sujeto activo en los cuidados y decisiones, asumiendo la responsabilidad de las consecuencias y apoyada en un sistema de salud que la provae de información y soporte científico. Cuando las mujeres se empoderan del nacimiento de sus hijos ejercen y adquieren características psicosociales que, citando a   A. Tanese, les ayudan a: pensar con sus propias cabezas; tomar decisiones por sí mismas; preguntar e informarse al respecto de lo que sienten necesidad de saber; expresar lo que les incomoda a cualquiera; no aceptar amenazas, malos tratos ni presiones; respetar sus propios sentimientos; asumir sus deseos; ser honestas consigo mismas y tener coraje.

Humanizar el nacimiento es un concepto oportuno para detener la agresión y violencia contra las mujeres. Esta violencia durante el nacimiento se expresa como una violación de sus derechos humanos en una sociedad que las desvaloriza, inferioriza, explota y agrede en el ámbito privado y público con la aceptación consciente e inconsciente de sus miembros. Es un concepto oportuno para detener la visión explotadora y como bien de consumo en la cual se ha enmarcado la atención del nacimiento, buscando como valor medular una humanización del parto al alcance todas las mujeres sin diferencias por su etnia, religión, ideología política, estatus socioeconómico, color de la piel u otro aspecto que pudiese considerarse discriminatorio.

Esta terrible situación se extiende y evidencia en forma similar en las relaciones y el trato que esta sociedad ofrece a bebés intrauterinos, recién nacidos y durante la niñez en general. El débil apoyo social y profesional para la lactancia materna; las leyes insuficientes para garantizar el inicio y la continuidad de la misma; la tolerancia al estímulo y promoción de la leche de fórmula y los alimentos infantiles inadecuados y hasta peligrosos (evidenciando su interés en el lucro) son ejemplos tristes de esas acciones que afectan negativamente y deshumanizan los cuidados del ser humano y del planeta.

Humanizar el nacimiento desde el punto de vista cultural tiene que ver con el respeto que deben tener las creencias, rituales y valores de cualquier grupo humano. Esos aspectos merecen especial consideración cuando la mujer que se presenta ante el proveedor de salud solicitando atención en salud reproductiva pertenece a una cultura diferente a la de éste. La comprensión, empatía, el respeto y la adaptabilidad hacia esta persona y su cultura deben ser  los criterios que guíen los cambios y ajustes necesarios para lograr la mejor experiencia del nacimiento en esos casos.

Humanizar el nacimiento y el rol activo, consciente y responsable de la mujer en el mismo provoca el retorno del poder de ese acto femenino a la mujer misma. Esto trae consigo  un hecho de igual trascendencia que es el retorno de una figura fundamental como proveedor de salud reproductiva y de la atención durante el nacimiento: la partera. Y de otra figura eminentemente femenina rescatada en la postmodernidad que acompaña y apoya emocionalmente a sus pares: la Doula o facilitadora del nacimiento. Ambas representan un cambio profundo, básico de la humanización del nacimiento, asumiendo el control y las decisiones que han estado, como por dogma religioso, en posesión de la ciencia y el patriarcado representado por la medicina y los médicos.Al humanizar el nacimiento debemos incluir las opciones en nuevos espacios, que basados en los estudios y evidencias científicas, representan un camino para mejorar la atención en la salud perinatal. Esto se refiere a parir en el domicilio, en centros de nacimiento u otros ambientes nuevos donde el manejo y el control de los mismos esté en manos de las propias mujeres. Las parteras, las Doulas o facilitadoras del nacimiento y los profesionales de la medicina adaptados y capacitados para la atención del parto en esos espacios constituyen un equipo de salud que ya ha probado su utilidad, eficacia y funcionalidad. Ellas son capaces de decidir la oportuna referencia a centros adecuados en caso de presentarse la necesidad de la consulta especializada o del traslado, trabajando en armonía y sinergia con el sistema de salud. Es posible facilitar en estos ambientes el retorno del verdadero poder a las comunidades mismas, más cercano a los verdaderos y legítimos intereses de la gente.

Este manifiesto se apoya conceptualmente en las leyes y normas propias y actuales de la legislación de la República Bolivariana de Venezuela y en los derechos de la Madre y el bebé señalados por la Iniciativa Internacional del Nacimiento Madrebebé transcritos como apéndice a este documento. Han sido inspiración para redactar el mismo los escritos anexos en las referencias y los autores citados.

Apéndice
Derechos Madre/Bebé (Extraído de la Iniciativa Internacional del Nacimiento MadreBebé)
  1. Usted y su bebé tienen derecho a ser tratados con respeto y dignidad.
  2. Usted tiene el derecho a involucrarse y estar totalmente informada acerca de sus cuidados y de los de su bebé.
  3. Usted tiene el derecho a recibir información en un lenguaje y terminología que usted entienda.
  4. Usted tiene el derecho al consentimiento y al rechazo informado de cualquier tratamiento, procedimiento y de cualquier aspecto de sus cuidados y de los de su bebé.
  5. Usted y su bebé tienen derecho  a recibir los cuidados adecuados que incrementen y optimicen los procesos normales del embarazo, parto y post parto bajo el modelo conocido como el modelo de atención de la partería (o madrebebé)
  6. Usted y su bebé tienen derecho a recibir el apoyo continuo durante el parto y el nacimiento de aquellas personas que ustedes elijan.
  7. Usted tiene el derecho que le ofrezcan medidas no farmacológicas para el alivio del dolor y para su confort durante el parto y de recibir los beneficios de esas medidas con la explicación para usted y  sus acompañantes del significado de su uso.
  8. Usted y su bebé tienen derecho a recibir cuidados consistentes en procedimientos basados en evidencias que han probado ser beneficiosas en apoyar la fisiología normal del trabajo de parto, parto y postparto.
  9. Usted y su bebé tienen derecho a recibir cuidados que busquen evitar procedimientos e intervenciones potencialmente peligrosos.
  10. Usted tiene derecho a recibir educación concerniente a la prevención de las enfermedades y sobre el medio ambiente saludable.
  11. Usted tiene derecho a recibir educación sobre la sexualidad responsable, planificación familiar y sobre los derechos reproductivos de las mujeres tanto como el acceso a las opciones de planificación familiar.
  12. Usted tiene derecho a recibir apoyo en los cuidados prenatales, intraparto, postpartum y de los cuidados del recién nacido que promuevan su salud física y emocional dentro del contexto de las relaciones familiares y del medio ambiente comunitario.
  13. Usted y su bebé tienen derecho a recibir tratamientos de emergencia basados en evidencias para las complicaciones que pongan en riesgo la vida.
  14. Usted y su bebé tienen derecho a ser atendidos por un número pequeño de proveedores de salud quienes colaboran entre sí en los límites de diferentes disciplinas culturas e instituciones los cuales proporcionan interconsultas y facilitan traslados en sus cuidados cuando sea necesario y apropiado hacerlo a otros especialistas e instituciones
  15. Usted tiene derecho a estar informada y conocer cómo acceder a los servicios comunitarios disponibles para usted y su bebé.
  16. Usted y su bebé tienen derecho a recibir el servicio de proveedores de salud con conocimientos y habilidades para apoyar la lactancia materna.
  17. Usted tiene derecho a ser educada en relación a los beneficios y el manejo de la lactancia materna y a que se le muestre cómo amamantar y cómo mantener la lactancia a pesar de que usted y su bebé deban separarse por razones médicas.
  18. Usted y su bebé tienen derecho a iniciar la lactancia materna dentro de los 30 minutos después del nacimiento, de mantener el contacto piel con piel durante al menos la primera hora del nacimiento, de realizar alojamiento conjunto 24 horas al día y de amamantar a libre demanda.
  19. Su bebé tiene derecho a no recibir chupones (chupetes) ni alimentos o líquidos diferentes a la leche materna, a menos que esté indicado médicamente.
  20. Usted tiene el derecho de ser referida, si está disponible, a un grupo de apoyo de la lactancia materna, al ser dada de alta del sitio del nacimiento.
Leyes Venezolanas
  • Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia (2007)
    Ministerio del Poder Popular para la Salud y Desarrollo Social de la República Bolivariana de Venezuela
  • Ley orgánica para la protección del niño y del adolescente (1998)
    Ministerio del Poder Popular para la Salud y Desarrollo Social de la República Bolivariana de Venezuela
  • Norma oficial para la atención integral en salud sexual y reproductiva (2003).
    Ministerio del Poder Popular para la Salud y Desarrollo Social de la República Bolivariana de Venezuela
  • Ley de promoción y protección de la lactancia materna (2007)
    Ministerio del Poder Popular para la Salud y Desarrollo Social de la República Bolivariana de Venezuela
Referencias
  • CUIDADOS EN EL PARTO NORMAL: UNA GUÍA PRÁCTICA
    Informe presentado por el Grupo Técnico de Trabajo ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD Ginebra. 1996. Departamento de Investigación y Salud Reproductiva
    http://whqlibdoc.who.int/hq/1996/WHO_FRH_MSM_96.24_spa.pdf
  • RECOMENDACIONES SOBRE TEMAS DE ÉTICA EN OBSTETRICIA Y GINECOLOGÍA
    Hechas por el Comité Para El Estudio de los Aspectos Éticos de la Reproducción Humana de la FIGO. OCTUBRE 2009.
    http://www.figo.org/files/figo-corp/Ethical%20Issues%20-%20Spanish.pdf
Recomendaciones
  • MANUAL DE ATENCIÓN PERSONALIZADA EN EL PROCESO REPRODUCTIVO
    Subsecretaría Salud Pública. Departamento Asesoría Jurídica. Ministerio de Salud Chile
    Trama Impresores S.A. Primera Edición: Enero 2008
  • Wagner, M. The need to humanize birth. Texto de la conferencia dictada en la Conferencia sobre parto en casa. Noosa, Australia, noviembre 2000
  • Wagner, M (1994). Pursuing the Birth Machine: The Search for Appropriate Birth Technology. Sydney & London ACE Graphics.
  •  World Health Organization. Appropriate Technology for Birth. (Declaración de Fortaleza) Lancet 2: 436–37, 1985.
  • Wagner, M. 2006. Born in the USA. Berkeley: University of California Press.
  • World Health Organization. Appropriate technology following birth. Lancet 2: 1387–88;1986
  • Tritten, J. 2009. Birth Is a Human Rights Issue. Midwifery Today 92: 5.
  • Baby-Friendly Hospital Initiative, HYPERLINK: «http://www.unicef.org/programme/breastfeeding/baby.htm» www.unicef.org/programme/breastfeeding/baby.htm
  • International MotherBaby Childbirth Initiative  HYPERLINK: «http://www.imbci.org» www.imbci.org
  • Tanese, A. Humanización del Parto y Feminismo. HYPERLINK. http://www.amigasdoparto.org.br/2007/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=389″ http://www.amigasdoparto.org.br/2007/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=389″
  • Violência de gênero e enfermeiras obstetras. Adriana Tanese Nogueira. 2011
  • ADRIANA TANESE Mujeres, sociedad y partos. HYPERLINK: «http://www.amigasdoparto.org.br/2007/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=446» \o «PDF» \t «_blank»
  • Tornquist, C S. Armadilhas da Nova Era: natureza e maternidade no ideário da humanização do parto. Rev. Estud. Fem.,  Florianópolis,  v. 10,  n. 2, July  2002 .   Disponible en <http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0104-026X2002000200016&lng=en&nrm=iso>.
  • Davis-Floyd, R. Birth as an American Birth of Passage. Berkeley: University of California Press, 1992.
    Davis-Floyd R. Changing childbirth: the Latin American example
    Midwifery Today Int Midwife. 2007 Winter;(84):9-13, 64-5.
  • Davis-Floyd, R y St. John, G. 2004. Del médico al sanador. Editorial Creavida. Buenos Aires.
  • Davis-Floyd R, Pascal-Bonaro D, Davies R, Ponce de Leon RG. The international MotherBaby Childbirth Initiative: a human rights approach to optimal maternity care.
    Midwifery Today Int Midwife. 2010 Summer;(94):12-4, 64-6
  • Página de la CIMS (Coalición por la mejora en los servicios de maternidad)
    HYPERLINK: http://www.motherfriendly.
  • Suplemento de la publicación internacional del grupo Lamaze con las evidencias científicas actuales para la atención en maternidad. J Perinat Educ. 2007 Winter; 16 (Suppl 1).
  • Camacaro, M. 2000. La experiencia del parto: proceso de la mujer o acto médico. Universidad de Carabobo. Valencia. Venezuela
  • Camacaro, M. 2010. La obstetricia develada. Otra mirada desde el género. Universidad de Carabobo. Valencia. Venezuela
  • Goer, H. 1995. Obsteric myths versus research realities: a guide to medical literature. Westport CT. Begin and Garvey.
  • Goer, H. Goer, Henci. 1999. The thinking woman’s guide to a better birth. The Berkeley publishing Group. New York.
  • Lares, B. 2001. Estrategias compensadoras de la violencia en el parto. Texto de la conferencia dictada en el 1er congreso de la ANEP (Asociación nacional de educación prenatal), Puerto La Cruz, Venezuela.

 

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